Los objetivos y toda la tarea educativa se desarrolla a través de una metodología, de un sistema de evaluación y de ciertas opciones curriculares. Los métodos deben ser coherentes con los valores que se quieren poner en práctica.
Estilo pedagógico
La educación marianista es integral y se desarrolla en forma progresiva. Educa a toda la persona como ser individual y social. Cultiva la dimensión de relación con los demás, con las cosas y con Dios. Por eso esta formación procura ser:
Proceso evaluativo
La evaluación debe cumplir una serie de objetivos específicos: verificar el nivel de logro de los objetivos de las asignaturas, informar sobre el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje; conocer y valorar los resultados obtenidos por el alumno al terminar cada período del proceso de aprendizaje.
La evaluación debe estimular al alumno a seguir superándose. Y debe ser permanente.
Los instrumentos de medición deben ser adecuados a lo que se quiere medir. Dado que los aprendizajes suelen ser diferentes, es necesario usar diversos tipos de evaluación, especialmente con los alumnos que tienen resultados negativos.
El currículo
El colegio marianista opta por un currículo propio, asignando una carga horaria significativa a las asignaturas consideradas fundamentales.
En la Educación Básica se estimula la comprensión lectora y la incentivación a la lectura, el estudio de las matemáticas e iniciación a los procesos básicos de la ciencia. En el primer ciclo básico se ejercita la motricidad fina, la actividad expresiva y grupal.
En la Educación Media se ha optado por la educación científico-humanista, manteniendo las tres áreas de asignaturas: el área humanista, el área científica y el área artística. En 3º y 4º puede darse o electividad o talleres complementarios, según la opción del colegio.
Como colegio de Iglesia, damos importancia a la formación religiosa. En cada curso se dedican al menos dos horas semanales a esta asignatura.
Este es el Proyecto Educativo Marianista. Se ha hecho para ser vivido con entusiasmo y entrega. Quienes lo asuman con sencillez, se transformarán en personas que aprenderán a crecer y a madurar, a trabajar y entregarse a los demás. Y así serán felices.